Se llama Peter, pero su sobrenombre completo es "El Gordo Peter".
La eternidad jamás conocerá ser tan tacaño como El Gordo Peter. No sé si es que en realidad tiene su conciencia de clasemediero elevada al infinito, pero este man es demasiado avaro. Tenía un reloj (un Casio Iluminator), pero jamás le prendía la lucecita, porque "así gasta más pila".
Decía:
-Vamos a ver una película en mi casa y pedimos pizza.
-Listo, de una, ¿cuánto pone cada uno?
-Ustedes cada uno de a 3.000, yo no pongo nada porque yo tengo cupones de descuento y además yo pongo la casa.
-Ah, ¿y a verlos?
-Vealos, tengo muchos, por eso no pongo.
Con razón, eran puros cupones de los que aparecen en el directorio telefónico, en las páginas amarillas, precisamente.
Su familia tenía un carro (un Mazda 323) y El Gordo Peter lo pedía prestado para salir a la calle con sus amigos, es decir, nosotros. Además de que pedía "la cuotica", que eran de otros 2.000, pa' la gasolina, cuando bajaba de la unidad, lo hacía con el carro apagado y frenando con la emergencia "para no gastar gasolina, que está muy cara".
Lo que cuento del carro, es reciente, osea cuando El Gordo Peter y todos nosotros ya estábamos grandecitos. Pero no hay que ser mezquinos y juzgarlo por completo, pues pensándolo bien, El Gordo Peter, había aprendido el arduo oficio de la tacañería gracias a su maestro natural, su papá. Su papá, era Don Gildardo, y en una tienda el tendero decía: "ese Don Gildardo es más amarra'o que una caja pa' Turbo", y razón tenía el tendero. Pues un día después de un partido El Gordo Peter le pidió plata a su papá para tomarse un fresquito, y el papá le respondió con un rotundo NO, seguido de un "en la casa hay aguadulce". Pobre Gordo Peter. Su papá, fue el causante de su tacañería, moldeó su carácter de avaricia y mezquindad, creo una bestia que amarra billetes y monedas. Pero claro, ¿cómo no, por Dios?. Si un día, un 25 de diciembre, todos los niños de mi unidad felices, estrenando carros a control remoto, gameboys, walkmans, rifles de copas, patines, patinetas, bicis y hasta una que otra mascota. Todos jugábamos contentísimos y le preguntamos al Gordo Peter:
-¿Qué te trajo el niño Dios?
-Unos cuadernos, los colores y los libros del colegio y ya.
¿Puede haber más crueldad que darle a un niño útiles escolares como regalo de navidad? No creo, por lo menos no puede ser más cruel para un clasemediero, a no ser de que haya perdido el año. Pero El Gordo Peter siempre ganaba los años. Núnca habilitaba. Cómo no pensar que fue el papá el que engendró a este adefesio, el que le enseñó el valor intrínseco del vil metal.
Yo recuerdo que El Gordo Peter siempre que hablaba discriminaba muy bien términos como precio, valor, costo, cosas que la mayoría ignorábamos a los 13 o 14 años.
Antes de tener el Mazdita 323, en la casa del Gordo Peter había un Dodge Dart, muy viejo y muy bien tenido. Una vez, le rogamos, le imploramos y nos arrodillamos a sus pies para que lo pidiera prestado. Era el año 1995 cuando era muy buen plan ir a dar un vueltón a Unicentro y sentarse un rato al lado de la salida número 3, la que da hacia el Barrio Conquistadores. El Gordo Peter hizo el intento pero su papá, como era obvio, se lo negó: "la gasolina está muy cara". Entonces, atosigado por las súplicas de todos nosotros El Gordo Peter se entró. Esperó a que el papá se durmiera y se robó las llaves del Dodge (era gris brillante, me acuerdo). Salió silenciosamente de su casa y llegó donde nosotros advirtiendo: -Me tienen que dar para la gasolina, porque si mi papá se llega a dar cuenta de que lo saqué, me castiga. Todos asentimos y en menos de un minuto estábamos montados en el Dodge Dart. Sonaba la música de la emisora Radiocativa, y todos tarareabamos a Ilya Kuryaky and The Valderramas (Mi nombre es culero...), felices tomamos la 65 rumbo a la calle Colombia. Pasamos por el Estadio, la 70, le gritamos groserías a unas grillas todas buenas, pasamos por la UPB, llegamos a Unicentro, dimos una vuelta, compramos cigrrillos, y le dijimos a un man "grande" que nos comprara 5 cervezas en Drinker. El Gordo Peter no tomó porque estaba demasiado paranoico por el carro. Nos parchamos un rato hasta que fue hora de volver. Volvimos oyendo When i come around, de Green Day, que por esos días sonaba bastante...Todo era normal, todo bajo control: carro sin rayones, con la aguja de la gasolina en el punto exacto, no había olor a cigarrillo ni basuritas dentro. Todo normal, todo bajo control.
Pasaron como dos días, y El Gordo Peter no aparecía. Nadie lo había visto, nisiquiera llegar del colegio. ¿Dónde andaría?. Hasta que otro par de días después, apareció. Le preguntamos por su ausencia e increiblemente nos confesó: "Marica, si ven, mi papá me pilló"... nosotros, de inmediato nos imaginamos que había sido un celador el que lo había sapiado y le había puesto la queja a Don Gildardo, pero no, eso no había sido. Don Gildardo jamás en su vida movía el dial de su radio, siempre estaba en A.M, y al encenderlo, este emitió el rocksito de aquellos tiempos. Así pues que Don Gildardo pilló al Gordo Peter, y como castigo lo mandó a vivir por esos días a donde sus abuelos, en Castilla.
Gordo Peter, era partidario de acabar con todas las chuchas, es decir, las zarigüellas, una de las escasas tres especies de marsupiales que habitan el continente americano. ¿Porqué?, pues porque simplemente: "son muy feas, y si eso se mete a la casa de uno se le come toda la comida"
Al Gordo Peter, que además de avaro era conchudo, lo tenían vetado en Hamburguesas del Oeste, tanto en el de la 70, como en el de la avenida La Playa, ¿porqué? Pues porque armaba unas hamburguesas que pesaban como una libra. Las atascaba de papitas, queso, pepinos agridulces, ensalada y una piscina olímpica de mayonesa, salsa de tomate y mostaza. Un día una humilde empleada le dijo: -Joven, con moderación por favor... Qué le ha dicho esta ingenua niña a ese haragán. El Gordo Peter entró en cólera y hasta dijo que iba a poner la queja en El Boletín del Consumidor, que el papá tenía contactos en la cámara de comercio, y que además, la iba hacer echar.
Bueno, también me acordé, que la familia del Gordo Peter era uribista acérrima, y un día, durante las primeras elecciones (hace tantos años) El Gordo Peter iba saliendo de su casa con toda su familia porque iban para el estadio, a votar. Un amigo de él, iba pasando y El Gordo Peter le preguntó: -Oíste, ¿por quién es que vas a votar vos?, el man, sólido en su conducta electoral le respondió tranquilamente:-Por Lucho Garzón... Ese nombre y ese apellido redundaron en toda la atmósfera. El Gordo Peter se quedó callado, pero su papá le gritó al otro man: "Malparido perdéte hijueputa que aquí estamos con Uribe", y comenzó a reirse. Toda la familia se subió al carro y se fueron pitando y gritando: U-ri-be, U-ri-be, U-ri-be...
Dicen que El Gordo Peter sigue igual de tacaño e igual de uribista, pero lo que no me explico es que dicen que se casó y dizque tuvo un hijo. Ojalá no vaya a ser el continuador de esa dinastía tan tacaña y pendenciera. Eso es lo que me acuerdo, del Gordo Peter, otro man de mi unidad (y sí, sigue siendo mi amigo).
Esta muy bacana, de verdad.
ResponderEliminar¿Cuantos tipos humanos existirán?, ¿vos sabes si los cientificos serios tienen una taxonomia de las personas? (por serio me refiero a que no sea la psicologa del programa de J Mario, sino una cientifica de verdad).
Estoy esperando el siguiente personaje, creo que ahora el turno le corresponde a la mas perra de la unidad.
Juan David:
ResponderEliminarPues güevón, Lombrosso y toda la escuela positivista del siglo XIX siempre se empeñaron en hacer clasificaciones de los seres humanos, partiendo, incluso, del sus características anatómicas. Un muy buen amigo mío tiene mera teoría super elaborada acerca de los gordos, según él:
1. El gordo tierno: conversador y buen amigo.
2. El gordo tímido: que está un poquito acomplejado, pero es bacano.
3. El gordo autoritario: que es super bravo, y que es gordo porque come mucha comida cara y que además tiene voz aguda. (El Gordo Peter era de esos)
Una vez en la universidad había un Gordo Autoritario, y estabamos comiendo en la cafetería, parce, cuando el gordo trajo mera hamburgueza con un cerro de papitas a la francesa. Un parcero le cogió una sin permiso y el gordo se pegó que emputada tan berraca, que hasta le echó salsa de tomate en la ropa, diciéndole al otro "Maleducado"...jajajaja, que risa, dizque "Maleducado"...
Pero volviendo a lo de las clasificaciones, seguro alguno de esos Journals on Neuro Sciences que publican en Harvard o en Johns Hopkins, deben tener eso. Los gringos son felices midiendo cosas y comparando, les encanta. Y les conviene, of course!
Chimba de clasificación la que hizo ese estudioso, el gordo autoritario es una figura. Claro que los estudiosos de la gordura dicen que su ciencia no es binaria, que entre el blanco y el negro hay muchos grises, muchas mixturas robustas (jajajajaja, me rio del lugar comun binario).
ResponderEliminar¿Habra algún tacaño por generación espontanea?, ¿un tacaño que no se pueda explicar a partir de sus padres?, alguno que obligue a recorrer las ramas mas alejadas de su arbol genealogico.
Yo soy hijo de dos personas que el sueldo les duraba 5 dias, a mi me dura lo mismo. Mi hermanito en cambio no sabemos de donde salio, mi hermanito en grado 11 me prestaba plata a mi que ya estaba trabajando.
Mis hermanos y yo sabíamos que día le pagaban a mi mamá, ese día lo esperábamos con ansias porque sabíamos que por los siguientes cinco días íbamos a tomarnos toda la cocacola del mundo.
Para un paseo mi amigo tacaño me alquilo el walkman (1989, walkman, casetes, lapicero para rebobinar). El negocio era que cada que se me acabaran las pilas el me surtia de nuevas pilas, era una modalidad de alquiler con valor agregado. Pues bueno, la razon por la que el hizo este negocio es que el tenia pensado robarse las pilas en almacenes de cadena. Estábamos en Cali, cuando se acabaron las pilas fuimos al almacén la 14. El se robo las pilas y nos pillaron, el sabia burlar los vigilantes del Exito, en la 14 tienen otros métodos. Con dolor en el alma por el golpe en el margen, el pago las pilas y me las entrego, trato es trato.