martes, 2 de noviembre de 2010

Biutiful [Película]


Dejando un día para aterrizar -en todo el sentido del término- y aprovechando que hoy 2 de noviembre aquí se celebra el Día de los Muertos, después de haberle llevado unos dulces y unas flores a cada uno de mis muertos favoritos (Pinita, Raquelito y Teobaldito Marx) dejé el Panteón Francés y me fui para cine. La película que me vi, se llama Biutiful, y es el último estreno del director mexicano Alejandro González Iñárritu.
Es un director cuyas películas son bien conocidas por todos (Amores Perros, 21 Gramos, Babel, etc...), y ahora, por lo menos a mi, me sorprendió con esta nueva película cuya historia ocurre en Barcelona. Vale aclarar que la historia no es contada desde tres vertientes que luego se conectan al final, como en las películas anteriores. Es una sola historia.
La película es genial, y geniales también son sus actores: Javier Bardem (mejor actor, Cannes 2010), Maricel Álvarez, (aparece fugazmente Martina García), y otros actores, entre ellos un niño, Guillermo Estrella, que es mera figura. Me sorprendió muchísimo la película y voy a explicar por qué:

Justo hoy, Teresa del Conde, columnista del períodico La Jornada escribió una reseña de la película que poco me convenció y por eso decidí ir a verla. Es la historia de Uxbal, un peninsular (para no decir "español") cualquiera, con líos de plata, de amor y con un cáncer que se lo está devorando. Uxbal trafica con personas, le busca empleo a inmigrantes ilegales, negocia buenas cantidades de euros. Entre esos negocios, los líos con su ex-esposa que se prostituye y tiene recaidas en el alcohol, la educación y el amor para sus dos hijos y los golpes bajos que le propina la enfermedad, transcurre la historia de Uxbal. Es una historia bonita, llena de detalles perfectamente cuidados que pocos directores como González Iñárritu saben cuidar. Es una historia sobre la inmigración, sobre el desespero, sobre la calle y ese bajo mundo de las urbes desarrolladas que es dramático día y noche. Persecuciones, cadáveres, lágrimas, crisis, pero también esperanza y bondad. Los rostros más bipolares del ser humano. Es una reflexión muy sensata sobre la vida y su fragilidad, yo quedé fascinado. Y pensándolo bien tal vez la fascinación en mi radica en que soy extremadamente sensible (o sensiblero) a los temas de la inmigración. No sé, siempre siento más lástima de un inmigrante jodido que de otra persona jodida, me parten la puta alma. Más aún si el inmigrante es un africano de aquellos que ronda por las calles de las ciudades europeas. Irremediablemente me acordé de un amigo, Paul, quien en una patera llegó desde Gambia y ahora vende kleenex en el semáforo de la esquina que hacen la avenida La Paz y la calle Reina de Los Ángeles, en Sevilla, España, y donde quiera que él esté, le deseo mucha suerte.

Una historia ocurrida en Barcelona, una Barcelona completamente opuesta (aunque sin quitarle méritos, claro que no) a la que muestra Woody Allen en VCB, donde también actúa Bardem. A mi me fascinó, y espero repetírmela esta semana apenas tenga tiempo. Se las recomiendo, no se van a arrepentir de ver esta historia de más de 120 minutos de duración.
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Biutiful (México-España), 2010.
Director: Alejandro González Iñárritu
Guión: Alejandro González Iñárritu / Armando Bó / Nicolás Giacobone