domingo, 4 de octubre de 2009

Un man de mi unidad (I)


Yo viví en una unidad muy grande, grandota, de más de 2.000 habitantes. Muchos edificios, muchas mangas, muchos árboles: de mango, de guayaba, de níspero, de carambolos (muy ricos como pasante de aguardiente). Retomo. La unidad por ser tan grande y tan poblada lógicamente era pródiga en historias y en personajes célebres. Hubo (¿o sigue habiendo?), uno que le decían Cucarrón.

Su nombre verdadero era Ferney Manosalva, lo sé porque un día me mostró su tarjeta de identidad. Le decían Cucarrón porque un día iba montado en una cicla por una bajada y sin frenos, se chocó contra un carro que estaba parqueado y voló muy lejos. A Ferney Manosalva no le pasó nada: solo unos rasponcitos pequeños en los codos y en las rodillas. Cuando se accidentó, un celador de la unidad le dijo: -Hermano, usted yo no sé porqué no se quebró el culo. ¿No ve que salió volando como un cucarrón?. Todos los que oyeron ese comentario se explotaron de la risa y todos fuimos testigos del advenimiento de este nuevo hombre: Cucarrón.

Cucarrón era un muchacho maldadoso. Se gatiaba viejas que se cambiaban en los primeros pisos, le tiraba huevos a los buses de la ruta 402, vendía cosas: una plancha, una olleta con molinillo, una instalación navideña (siendo el mes de mayo), un par de tenis blancos de una marca dizque Fast Jump -según él, una marca conocidísima en la USA-. A Cucarrón nunca se le conoció novia, bueno excepto una que era prima de otro man ahí, y que venía de Puerto Berrío. Cucarrón se besó con ella, y dicen que la manosió y todo , y para desgracia de la muchacha, todo el mundo la bautizó como Cucarrona. Era una muchacha muy simpática cuya música favorita era la de Ricardo Arjona y la del grupo Maná -por que es pesada pero suave a la vez-, decía.

Cucarrón era fan de grupos como Rage Against the Machine y Red Hot Chilli Peppers, le gustaba mucho cantar sus canciones y poguearlas en las pogotecas que hacían en Belén y en Bulerías. Cucarrón era también muy famoso por ser demasiado tacaño. Dejó de comprarse unos tenis que le encantaban (los últimos en su talla) porque no le quisieron rebajar $ 2.000 en un almacén de El Diamante, estoy hablando de los años 90. Tenía una moto super jodida, una V-80, que dejó su primo porque tuvo que emigrar para la USA. Cucarrón no la tanqueaba en una bomba normal, no, Cucarrón iba hasta donde unos paracos que tenían una tubería chuzada en San Cristobal y pedía que le llenaran un timbo, que son como 10 galones, y pagaba como $15.000 por esa gasolina robada y sin filtrar.

Cucarrón dejó de oir Rock y se pasó al vallenato, el reggaetón, la salsa romántica y esas cosas que oye la mayoría de la gente en Medellín. Por lo tanto, Cucarrón iba a discotecas. Sin embargo, dicen que no se vestía muy bien para la ocasión porque se ponía tenis blancos y camisas de Lacoste chiviadas que compraba en el Palacio Nacional, hecho que lo delataba en las entradas de las discotecas además de avergonzar a sus amigos. Por eso ellos se hacían los bobos a la hora de irse para las fiestas y le decían: -Cucarrón, ya no hay cupo en mi carro, o ¿se quiere ir en la maleta?. Cucarrón aceptaba irse "enmaletado" y salir de la maleta como si fuera un secuestrado. Toda la gente murmuraba mientras hacían la fila para entrar: "que bandera", "que gonorreas esos manes", "uy mirá ese man saliendo de esa maleta". Era Cucarrón, joven con orgullo de acero.

Un día en un partido de fútbol en el estadio Atanasio Girardot. Cucarrón llevó un fiambre. Una bola de papel aluminio que en realidad era un sándwich de huevo duro envuelto. Como llevaba muchas horas haciendo fila, ya que el partido era un Nacional VS River Plate, el sándwich como que se vinagró, o yo no sé, el caso fue que Cucarrón lo desenvolvió (logicamente le tiró la bola de papel de aluminio a algún buen samaritano), y ese sandwich empezó a despedir un olor terrible. Y todo el mundo en la tribuna diciendo: "uy, fo, fo, gas, ¿qué es eso?". Y un man que estaba al lado de él dijo: -Eso es el sánduche de este pela'o. Como que se le pudrío el güevo, ja, ja, ja. Y toda la tribuna sur comenzó a señalar a Cucarrón y a gritar: "fo, fo, fo, fo, fo" al unísono. Cucarrón se puso rojo y le tocó embutirse ese sándwich. No me quiero imaginar cómo le habrá ido en el baño.

La mamá de Cucarrón, una santa dama, vivía preocupadísima por Cucarrón y por sus amistades. Le decía: -La noche es muy mala consejera, por favor entráte temprano. Pero claro, Cucarrón no hacía caso y se quedaba hasta tarde en la calle, ¿haciendo qué?, vaya uno a saber. Cucarrón comentaba que su mamá era hipertensa y muy nerviosa. Durante aquellos tiempos de "El Racionamiento" y "La hora Gaviria", la santa madre de Cucarrón salía disparada de su casa con una linterna a buscar a su hijo en medio de un apagón. Gritaba y gritaba su nombre para ver si el maldito Cucarrón aparecía, pero no. Cucarrón estaba por ahí andando la calle como un gamin y su pobre madre con los nervios hechos un nudo. Hasta que Cucarrón aparecía y el puño de hierro de la mamá dictaminaba una sentencia: castigado, no sale el viernes.

Cuando Cucarrón creció, su mamá se volvió más rígida y lo obligaba a entrarse a las 11:00 de la noche los fines de semana: -"Ve, ¿vos es que no oís esos tiros?, mi amor, la calle es muy peligrosa, no se salga, hágame caso mi amor, vea que yo solo quiero el bien para usted.
Eso le decía su santa madrecita, pero claro, Cucarrón era un hijo desacomedido y salía hasta tarde, cuando ya estaba cansado de hacer maldades se entraba y su pobre mamá sin poder conciliar el sueño. Pero Cucarrón tenía un amigo al que le decían El Bizco, uno que trabajaba haciendo domicilios en la farmacia y conocía al dedillo los medicamentos y sabía para que servía cada uno. Un día El Bizco le dijo a Cucarrón:

-Vea, esto es Sinogán, osea Levomepromazina, la tengo en pastillas y en gotas.
-¿Y eso es pa' qué?
-¿Cómo que pa' qué, marica? Pues pa' que le echés a tu mamá y la durmás. Va a quedar tiesa.
-¿Ay marica y eso no le hace daño?
-Nada, relaja'o, eso la duerme y ya. Eso se lo hechan en gotas al aguardiente pa' dormir a los borrachos cansones y a los esquizofrénicos.

Cucarrón aceptó el Sinogán y se lo echó a la mamá en la cafetera. La señora siempre llegaba del trabajo a las 6:00 PM y se tomaba un tintico negro. Pero aquella tarde Cucarrón había preparado la gran trampa. La señora se tomó el tinto y como a la media hora empezó a decir: -Ay no, que cansancio tan berraco, que sueño. Y se sentó en un sofá hasta que se quedó dormida.
Así Cucarrón se pudo ir pa' las calles a chimbiar la vida. Porque Cucarrón ni estudiaba, ni le gustaba trabajar, solo vagar y andar en ese pedazo de V-80, que no era de él, era de su primo el que emigró.

A mi Cucarrón no me caía mal, pero si era muy maldadoso y burletero. Un día, me contaron una historia y me juraron que había sido cierta. Cucarrón estaba jugando fútbol y chutó super duro el balón y se le fue al otro lado de la reja. Cuando fue por el balón, se dio cuenta de que un celador lo tenía y Cucarrón le dijo: Hey cela, pasáme el balón porfa. A lo que el celador respondió: -Venga por él. Y Cucarrón fue. Dice el que me contó, que el celador lo intentó besar y manosearlo y que Cucarrón forcejeaba para liberarse hasta que se soltó, pero que después como que le quedó gustando porque lo vieron varias noches con el celador en la caseta. Yo me reí mucho y pensaba siempre que a Cucarrón también le gustaba el celador no por que le pareciera atractivo sino porque Cucarrón vivía muy desocupado. Pero obviamente no era así. Y eso de que a Cucarrón lo violó un celador era un chisme, según me contaron.

Eso es lo que me acuerdo yo de Cucarrón. Dejé de saber de él cuando ya no viví más en la unidad. Pero entiendo que a pesar de sus más de 32 años, sigue dando lidia y raya los carros de la gente que le cae mal. Dicen que si uno quiere un ipod de segunda, Cucarrón lo consigue, eso sí, sin el cable, porque seguro se lo golió a la salida de Eafit o de la UdeM. Eso es lo que quería contar de Cucarrón, un man de mi unidad.


9 comentarios:

  1. "Porque es pesada pero suave a la vez". Bacano eso, cuando a uno le preguntan porque le gusta tal música uno da respuestas bastante imbeciles en general, a mi padrino le gustaba la música de despecho porque "esa es la realidad de la vida".

    Ahora, lo del cucarron y cucarrona, conocí estas combinaciones de apodos: hermano mayor que le decian "llave", al hermanito le pusieron "candado", el sobrenombre "candado" mutó a "candau", "cando", "escandarian". Otro, hermano mayor "frijol", hermanito: "semilla". Semilla mutó a "semi".

    En sobrenombres me toco el uso del diminutivo para nombrar a la gente con problemas con la estatura: juancarlitos, jorgito, aranguito, boterito.

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  2. Chimba que es la vida de unidad, los dramas, padres alcoholicos o familias perfectas, gente pobre y gente rica.

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  3. Sisas, las unidades son puros mundos en pequeño.
    Ahí están todos los personajes, todas las esencias humanas. Parce, pero eso de los apodos, no güevón, eso allá era la tierra más prodigiosa del mundo: Tabique, Güeviliso, El Suave, Fujimori (El Fuji), Tajada, Chabelo, Gorro, Diablito, El Feo, El Ñato, Rosquitas, Diente de oro...Parce, se me escapan muchos, pero los seguiré teniendo en cuenta.

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  4. Hey, en estos días un amigo hizo una aproximación al análisis de las chicas de una "gallada" que me pareció revolucionario, es una aproximación que puede volverse paradigmatica: el hijueputa hizo un analisis de pareto, y con ese analisis de el usando esa herramienta la vida entera se vio clara para mi. El 20% eran chimbotas, solo el 20%. Sin metodología aparentan ser mas o menos. Ahhh, el metodo.

    NOTA: lo único que se de pareto son los números 80 y 20, no se mas de eso, mejor dicho, mi manejo de pareto es de muy bajo nivel, puro nivel de ejecutivo antioqueño (yo no soy ejecutivo de nada, pero mi comprensión de pareto es tan mala que esta a ese nivel).

    Espero que vos aportes elementos a ese debate, quien quita que tengas mas elementos cuantitativos, pero no creo, esa es La síntesis.

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  5. qué buena historia, la vida en unidad es una chimba, se encuentra uno con unas cosas.
    yo tuve un noviecito cuando tenía 11, se llamaba edgar y tenía trece. nunca supe que hacían sus papás pero el papá tenía cara de no hacer cosas buenas. edgar casi me obligó a mi primer beso, fue a las 7:10 en el parqueadero, a las 7:10 por que fui corriendo la cita 10 minutos desde las 6:00. cuando finalmente pasó no me pareció ni bueno ni maluco: era una cosa que tenía que hacer para ser grande.
    edgar se fue de la unidad uno o dos años después. me enteré después que lo habían matado intentando atracar un bomba (estación de gasolina), un señor de un carro se bajó armado y le disparó.
    la unidad quedaba detrás de la villa de aburrá, y conocí de nombre a muchos de los las bandas de los ochenta, sus hermanitos jugaban futbol con los de la unidad y tenían los nombres en diminutivo de sus hermanos, pero ya no recuerdo ninguno.
    juandaví, ¿qué es pareto?

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  6. ah, se me olvidaba, edgar le tenía nombre a su pipí, no nos presentaron, pero supe su nombre: tony. jajaja

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  7. Márgara:
    ¿Pareto?, ¿Wilfredo Pareto?... si es el mismo que creo, es un economista de finales del siglo XIX, que proponía teorías sobre minorías selectas, élites y camarillas gubernativas, todos eso en función de la sociedad (que el llamaba el "conjunto social total".

    Yo también conocí manes de por allá de La Villa del Aburrá. Combos legendarios que se iban a casar peleas con los manes que se parchaban en el Parque Pinocho, puros cascones ochenteros que, como dice Juan David, planchaban con la mano y partían panelas en el aire.

    Juan David:
    Parce, ve, esta es mi estadística Paretiana:

    Chimbotas: 20%
    Chimbas: 30 %
    Buenas: 20%
    Agraciadas: 20%
    Peyes: 10%

    Estos cálculos, un poco abstractos son admisibles para una ciudad como Medellín, por ejemplo. Donde vivo ahora, los porcentajes se invierten escandalosamente, llegando a cifras como:

    Chimbotas: 2%
    Chimbas: 15%
    Buenas: 25%
    Agraciadas: 20%
    Peyes: 38%

    Pero claro, uno se da cuenta de que estos porcentajes son producto de abstracciones subjetivas, porque un habitante de aquí va a pensar que mi cálculo está sesgado porque estoy "malacostumbrado" a ver chimbas y chimbotas, desde las de los chances hasta una estudiante de Eafit. Pero... hay una ciudad que si posee cifras escandalosas que parecen inverosímiles: Sevilla, España. Aquí está mi análisis paretiano sobre la población femenina de Hispalis:

    Chimbotas: 30%
    Chimbas: 40%
    Buenas: 20%
    Agraciadas: 7%
    Peyes: 3%

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  8. Margarita yo no se nada de ese señor, se muy poquito.

    Pilla, según la versión que yo conozco el fue quien descubrió este hecho: hay una relación de 80% contra 20% en las cosas de esta vida: el 20% de los clientes compran el 80% de las ventas, es decir, la plata que entra a un negocio se debe al 20% de los clientes. El 80% de los problemas se resuelve solucionando el 20% de las causas. Cosas así. Como dije mi conocimiento de ese señor es mas que grosero y superficial, pura ignorancia, eso es lo que se de el. La relación no es 80/20, pero es 63/37, números así, eso ayuda mucho a mejorar procesos, ayuda a priorizar. Estoy casi seguro que mi explicación es una barbaridad de las brutalidades e imprecisiones que dije.

    Hablando de mafiosos ochenteros en mi colegio si que estudiaban esos pelaitos con alias en diminutivo y heredado del papá, ¿conocen el juego de "oe jueguelo"?, uno va por un corredor y lo empiezan a empujar a uno de un lado a otro, yo tenía 16 años y pase por un corredor donde estaban esos pelaitos que debían tener 10 años. Pues me hicieron eso y yo no hice nada, no hice absolutamente nada, soy un cobarde.

    Ese tema de los porcentajes de las viejotas es motivo de debate en todo el mundo.

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  9. Jummm. Mafiosos ochenteros.
    En mi colegio había un hijo de uno, que era chiquito, le decían "Tomy" debido a que su ropa era toda de la marca Tommy Hilfiger. Yo un día le dije a Tomy: -Hey, decile a uno de esos escoltas que te preste un tote vamos a hacer tiros por allí. Y él me respondió: -"No, pa qué les voy a pedir si yo tengo el mío, además las balas están muy caras y hacer bulla con eso alborota el avispero y nos cae la ley".

    Así textualmente me dijo Tomy. Hey Juan David, pero posteá pues que estás como atrazado. Lo mismo Margarita María, que ya lleva mero retraso bloguero.

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