Tengo la fortuna de que uno de mis mejores amigos sea un Nini. Se llama Arnulfo*, tiene 28 años, es diseñador gráfico, y a pesar de que sus días de juventud ya han quedado bien atrás, hoy Arnulfo es un Nini. Ni estudia, Ni trabaja, y agregaría yo, empíricamente, Ni le interesa seguir estudiando Ni le interesa conseguir trabajo.
Me cae muy bien y jamás pienso reprocharle su status, primero, porque fue su decisión, y segundo porque me da un poquito de envidia el no tener la vida que él tiene. Arnulfo es la materialización de un problema social enorme que aqueja al mundo en nuestros días. El capitalismo, que por antonomasia no genera empleo, se ha encargado de engatusar a la gente con el ofrecimiento de servicios, entre ellos, la educación. Arnulfo –bueno, sus papás– le han pagado una carrera carísima, porque estudiar aquí en una universidad privada y de renombre es lo que se dice, caro: semestres de 12 o 13 millones (de pesos colombianos) y súmele a eso el material, los mejores softwares con sus respectivas licencias, el computador (que según él sólo puede ser MacBook Pro), y agréguele que Arnulfo es un muchacho que gusta de los conciertos más exquisitos en área preferencial, come en los lugares de moda, viste sólo ropa de buenas marcas y mantiene el tanque de su Peugeot llenito. Además es un tipo amplísimo, invita a todo el mundo y ni hablar de cuando de cachoniarle a una mujer se trata.
Su vida es completamente nocturna: los lunes no sale porque se queda jugando xbox, los martes va a jugar poker con un combo de Ninis como él, los miércoles va a las “tardeadas rock” en un bar medio famoso de por aquí, los jueves salé por la nochesita a “echarse unos drinks” los viernes es el primero que ya ha conseguido entradas para la mejor fiesta casera en el sur y ahí mismo consigue información sobre la fiesta del sábado en la noche, los domingos come en la calle y luego se parcha con otro combito que tiene. Yo no sé cómo Arnulfo no es alcohólico. Bebe como una draga, sorbe, ingiere y nunca, pero nunca uno lo oye quejarse de una gastritis o de que se siente muy mal por un guayabo. Un día yo lo vi: tenía la “temblorina” que es esa mezcla de guayabo, trasnocho y resfrío que da después de más de dos días bebiendo y lo hace a uno temblar. Pero no bebiendo normalmente: bogando tragos distintos en la misma noche. Lo he visto empezar con cerveza, pasar al tequila, de ahí al whisky (que es lo que primero se acaba), luego al ron, y rematar con vodka.
No hace nada, no le interesa hacer nada. Es un feliz mantenido por la bondad de sus papás. Eso sí, es muy buen hijo, quiere mucho a la mamá y se preocupa por ella. Tal vez por eso no le recriminan su situación. Lo que sus papás le dan es casi el equivalente a un sueldo de un profesional recién iniciado, pero con la ventaja de que no paga arriendo, ni comida. Sólo es para él, para su fiesta y para la gasolina del Peugeot.
Lo bueno de ser amigo de Arnulfo, es que él siempre está disponible. Esos días “intrasemanales” medio aciagos que uno dice: que chimbada, quiero salir a la calle a dispersarme un ratico, que día tan maluco el que tuve. Eso no es sino coger el celular, apretar una tecla y contesta del otro lado una voz parrandera: “Pues en este momento voy saliendo de mi casa, voy a ir a la fiesta que hicieron los de una película que acaban de rodar, ¿quieres que pase por ti?.” (léase que esto puede ocurrir un lunes o un martes a las 23:00). Sin embargo, Arnulfo no es bobo, y sabe del principio de reciprocidad. Yo sé que él me quiere y que le gusta salir conmigo, por eso me invita y lleva a todas partes, pero ay del día en que uno le diga que no. Que está enfermo, que tiene que madrugar o que simplemente no quiere salir. Me empieza a decir que porqué ya no salgo con él, que porqué me volví tan “aguado” (es decir, tan amargado), que tranquilo, que él me lleva y me trae. Que “ves cómo eres”, que “no mames, tienes toda la semana para descansar”.
Es que como hace mucho tiempo él salió de la universidad, ya no se acuerda que la gente se tiene que levantar temprano, que tiene que hacer el desayuno, que tiene que pelear como una hora para poderse concentrar de verdad. Y vaya dígale pues que porqué no lleva curriculums a los lugares donde necesiten diseñadores gráficos o cosas así. Que no, que allá pagan muy mal y que son “bien pinches explotadores”. Que mejor él va a esperar que su papá le prometió un plante para él montar su empresa de diseño web. ¡Si señor! Ya me imagino esa belleza de empresa, llegando a las 16:00 y saliendo a las 19:00, incumpliendo pedidos, adeudando alquileres. Si señor.
En fin, mi amigo es un Nini, que vive en una de las ciudades con mayor población de Ninis en el mundo. Yo le cuento que donde yo fuera un Nini mis papás ya me hubieran metido a un reformatorio o como mínimo me hubieran regalado al Batallón Bomboná pa’ recibir instrucciones en el curso de contraguerrilla. Pero claro, aquí lo que hay son Ninis mantenidos a lo bien, que no se pierden la movida de un catre, no como esos Ninis de mi unidad en Medellín que de Ninis pasaron a ser “Zánganos de Barrio”, y de los cuales hablaré en una próxima entrada.
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*Nombre cambiado para proteger la identidad del Nini en cuestión.
Que chimba de entrada guevon. Hermano, yo quiero hacer tantas cosas, aprender tantas cosas. A mi no me gustaría no querer hacer nada, ni tampoco me gustaría no hacer nada.
ResponderEliminarA mi si me dan ganas pero por temporadas. Pero nunca he podido no hacer nada, creo que es un capricho ahí vacío que no he podido erradicar.
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ResponderEliminarMuy buena la vida de su amigo NINI. Esas cosas sí me parecen dignas de envidia; incluso con menos plata que el de esta historia creo que eso se puede disfrutar mucho. Yo conozco un caso de un man aquí en Manizales que era novio de mi hermana. Es médico pero no ejerce y se dedicó a jugar póker. Juega por internet y también en mesas de verdad y con lo que consigue va a todas las fiestas imaginables, de paseo a Miami, etc. Una cosa de destacar es que en el perfil de Facebook, los amigos que tenemos en común son, en su gran mayoría, señoritas muy bonitas.
ResponderEliminarJuanchito:
ResponderEliminarEs que ser Nini debe ser una chimba pero debe ser una situación para la cual uno se debe entrenar y disponerse poco a poco mentalemente porque uno pasar de tanto voleo y despelote a la vida sibarita y sin ojeras debe tener su dosis de trauma. Pero claro, envidia, hasta de la mala me da con los Ninis.
Mi amigo, del que hablo aquí también tiene una virtud grandísima y es que presenta a las amigas sin escatimar, y muchas de ellas están lo más de queridas. Esa es una de las cosas por las que más lo valoro.
Que elegancia un médico Nini, yo pensaba que ese perfil era invulnerable a las nuevas tendencias. Pensé que los Ninis eran así como puros administradores, diseñadores y gentes de las carreras superpobladas, pero médicos...
Hey pero el médico no es Nini, según le entendí a juanito ese man vive muy bien de su aplicación en el póker, el trabaja en el negocio de la buena suerte (tranquilos, yo he visto también todas las peliculas de póker y sé que no es suerte sino trabajo duro y talento). A mí no me da ni poquita envidia de Arnulfo, pero me pareció bacano lo que dijo juanito de Arnulfo "esas cosas sí me parecen dignas de envidia".
ResponderEliminarDel médico sí me da mucha envidia, el man se gana la vida por si mismo de una forma muy bacana.
A mí síme gustaría ser nini, al menos no trabajar.
ResponderEliminarMuchos días pienso que me gasto 9 o 10 horas en una oficina todos los días y me da como un desespero pensar que podría estar haciendo mil cosas más bacanas si tuviera de dónde sacar la plata.
Me encantaría ser nini si me hubiera llegado una herencia, o tuviera un fideicomiso de esos que tienen los gringos millonarios o algo así´.
Estudiaría, pero puros cursos diplomados: corticos e interesantes. Por ejemplo, me metería a aprender cocina y fotografía.
Camináría por todas partes y me iría a acampar un martes cualquiera.
La verdas es que me dio muy duro perderme tantas cosas bacanas de la feria del libro por la oficina.
ResponderEliminarSeguro ya las cosas han cambiado mucho y el relevo generacional habrá hecho que la gente piense con un poco más de tolerancia ante un joven Nini. Pero volviendo a lo que dice Juanchito en uno de sus comentarios de "culosyrecetas", A sabiendas de que en Medellín (y otras ciudades aledañas) ser vago es algo demasiado condenable, ¿te imaginás a los papás de uno (de todos) pensando en que están sosteniendo a un Nini? ¿Y la gente?. Si a un parcero mío que el papá recibió una indemnización y lo mantenía super luquiado sin tener que trabajar ni estudiar, la gente vivía murmurando: "eso lo que es es un vida buena", "un descarao", "parrandiándose la plata de los papás". Yo tengo otro amigo Nini que conseguía papeles falsos en una universidad pa mostrarle a los papás que si estudiaba, y los papás viviendo en la USA le mandaban y le mandaban billete y ese man gastando a lo loco. Lo bueno era que me invitaba, sobretodo porque yo siempre lo asesoraba en los casinos. Pero otros amigos nuestros le recriminaban mucho por ser "un sinvergüenza".
ResponderEliminarNo sé exactamente desde cuándo, pero debe haber existido un momento en la historia en el que se puso por encima de todo al hombre activo. Yo me imagino que eso tiene que ver algo con la invención de las herramientas, toda vez que antes la gente no tenía como trabajar (porque no tenía las herramientas).
ResponderEliminarCon las herramientas inventadas ya no existió más la excusa para la pereza, para el desdén por las actividades diarias cuyo fin más evidente parece ser el perfeccionamiento de la civilización.
Ese es un tema al que le doy muchas vueltas. Será que sí es posible perfeccionar la civilización trabajando? la actividad por sí sola puede generar un cambio? Cómo se vería toda la humanidad reposando, cómo sería la economía?
Yo muchas veces creo que uno subsana su incompetencia con puntualidad, con diligencia. Por eso es que la gente se esfuerza tanto para que los otros noten que trabajan mucho. Creo que esos son los proactivos.
La razón por la que no envidio a Arnulfo es porque esa vida me parece aburridora, no es por el poco aporte a la civilización. Me parece aburridora esa vida, en serio. En cambio aprender y hacer cosas no me parece aburridor, me parece bacano, así lo que yo haga no tenga ningún sentido y finalmente también sirva para muy poquito (por no decir que no sirve para nada).
ResponderEliminarDe las preguntas que haces juanito, pues ni idea, están muy buenas las preguntas.
El punto de la incompetencia juanito estoy de acuerdo, se hacen cosas para aparentar que se trabaja, eso es ridículo y ahí si es preferible parrandiar. Imaginate juanito que Francisco Santos el otro día puso este trino en twitter: "son las 4:30 am y ya estoy trabajando, madrugando y trabajando", hijueputa pedazo de puta gueva ese man, esta bien que uno como mediocre que necesita lamber diga eso, pero ese hijueputa tan viejo y diciendo esas maricadas, pobre idiota.
Hay un señor en la plaza de mercado que hace que uno le tenga simpatia a aparentar que se trabaja, porque ese man eleva esa actuación a la categoría de arte, es un man hermano que esta contratado para seleccionar las verduras al cliente, e hijueputa ese man se hace el guevon todo el día, en un esfuerzo infinito para no seleccionar ni una verdura, ese man debe llegar a la casa algunas veces feliz diciendo "gracias a dios hoy tampoco trabajé", ese man hace que uno le tenga simpatia a esa actuación de la diligencia.
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ResponderEliminarY pues claro que una de las actividades que me parecen útiles e importantes en la vida es emborracharse.
ResponderEliminarJuan David, pero yo no sé, yo pienso mucho en qué haría si no estuviera obligado a hacer nada y seguro que no sé. Por ejemplo lo que dice Lalu de los cursos de cosas útiles como fotografía y cocina me llamaron la atención un tiempo. Sobre todo a mi me parece muy bacano aprender idiomas, pero no porque en realidad me guste hablarlos, lo que me gusta es aprenderlos. Las clases de idiomas son muy divertidas, hacen concursos, le preguntan a uno qué le gusta, lo ponen a conversar; son casi como una cita a ciegas.
ResponderEliminarOtra cosa que a mi me gusta mucho es comer, no comer bien, sino comer. Pero esa no es una actividad que uno pueda poner como pasatiempo. Tomar también me gusta mucho, pero no tomar todo el día, sino 6 o 7 cervezas. También me gusta mucho comprar películas. Donde yo vea que venden películas, compro, claro que no me las veo todas. Viajar también me gusta, pero no tanto llegar a otro lugar, yo creo que lo que me gusta es manejar.
Ah, el comentario anterior lo puse yo, pero salió dizque Juan Pablo.
ResponderEliminarJuandaví: ¿Y no le trinaste nada a ese cacorro de Pachito? Yo si le hubiera cantado la tabla. Por sapo y por hocicón.
ResponderEliminarLalu: si, esos cursos son bacanos porque tienen pinta de que son muy veraniegos y que los mejor de todo es que deben tener como "remate de curso" donde se ha de pasar muy bueno. Yo quería meterme a un curso de aprender a asar carnes, y el profesor era El Gordo Esteban, pero no pude.
Juanchito: Claro, esos cursos de idiomas son una elegancia. Yo estuve en uno hasta hace un año sino que no me volví a meter porque ya me daba pena con la teacher. Pero ahí también había concursos y cantabamos canciones. ¿Manejar? Es bacano pero siempre y cuando la carretera esté bien buena, así como esa panamericana que de un solo acelerón lo lleva a uno de Medellín a Pasto. De resto prefiero ser copiloto, poner la música y abrir las cervezas y los paquetes de papitas y boliquesos a lo largo del camino.
Esa descripción de juanito de las clases de idiomas está mundial. Que hijueputa risa y tiene toda la razón.
ResponderEliminarJuanito, que pena ser tan sapo de verdá, pero yo creo que si sé que haría, claro que soy consciente que uno con el billete ahí pues se debe comportar distinto a como cree, muy posiblemente no haría lo que pienso apenas se den las condiciones, muy posiblemente estoy hablando mierda, pero es sin culpa. Además de aprender chimbadas yo pondría un negocio donde no arriesgue mi capital para emborracharme, un negocio de esos que se ponen sin plata, solamente para ver si soy capaz "que tan difícil puede ser administrar algo", cualquier cosa, hacer algo.
Lo que pasa y mi cantaleta es que cuando más bacano he pasado yo en mi vida ha sido en los periodos productivos, pero el punto de juanito es muy bueno, productivo no es haber estado con trabajo, productivo es haber estado haciendo algo bacano.
Lo que a mi me pasa es que no encuentro una relación directa entre los medios y la satisfacción que proporciona el resultado. Por ejemplo, como dije ahora lo que me gusta no es tanto hablar idiomas sino aprenderlos. Otra cosa es que por ejemplo a mi me gustaría ser ganadero. El fin me parece llamativo, me gusta el perfil, el tipo de vida, pero cuando veo todas las tareas diarias que tiene que desempeñar un ganadero, me desanimo. Uno ve a esos señores en unas fincas bacanísimas dándole vuelta a los potreros, impartiendo instrucciones, madrugando a ver marcar el ganado, mientras los sobrinos se bañan en el jacuzzi tomando cerveza. No es que yo crea que es mejor la vida de los sobrinos del ganadero tomando cerveza todo el día. Yo creo es que los días son muy corticos. Sería bueno que uno pudiera decir: de este día voy a emplear productivamente 4 horas y las otras voy a hacer algo que me guste. Lo que pasa es que uno en esas 4 horas que emplea productivamente adquiere compromisos que le suponen oficio para 8 o 9 horas.
ResponderEliminarOtra cosa que yo pienso es que definitivamente no tiene que existir una verdadera relación entre las actividades con las que me gano la vida y entre aquellas que me permiten disfrutarla. No creo que realmente tenga que disfrutar mi profesión; ya asumí que esa es una carga de la que tal vez pueda salir a tiempo si la llevo a cabo con suerte e inteligencia.
De acuerdo en todo juanito. (aunque confieso que a mí para mi mismo se me hace muy necesario que las actividades del trabajo que hago me parezcan bacanas, pero a eso yo lo llamo inmadurez y sin duda fue falta de rejo cuando estaba chiquito. El aburrimiento lo tengo sobrevalorado, que tanto problema es aburrirse y pasar bien maluco unas cuantas horas cada día, de verdad)
ResponderEliminarEso del aburrimiento es verdad. Qué aburrimiento uno bien contento todo el día. Mi novia (que ahora no está haciendo nada), me dijo en estos días que lo único que le parece bueno de la gente que trabaja es ver ese desfile de gente saliendo a las 6. Que tan bacano "salir del trabajo". Yo entiendo eso; vagar es muy bueno, pero no tiene comparación con salir del trabajo.
ResponderEliminarHay otra cosa que yo me pregunto sobre una vida de rico. Yo no sé si siendo rico volvería a leer.
Apenas leí el comentario de Jorge cuando apareció como juan Pablo pensé: ¡Bien!, otro blog para leer.
ResponderEliminarYo no me hago a la idea de tener que pasar mínimo 9 horas todos los días pensando en la hora de la salida. Creo que voy a hacer un posgrado en periodismo a ver si me la sollo más que redactando contratos.
De acuerdo estoy con Juandaví.
ResponderEliminarSi, Juanito, salir del trabajo es una cosa muy sublime, sobretodo cuando es viernes y uno hace las cosas con ganas, más si sabe que lo espera una buena compañía o un parche bien elegante con los parceros. Pero lo que yo creo es que vos, -por fortuna y te deseo las mejores- no has tenido que trabajar en cosas horripilantes. Yo tampoco lo he hecho, afortunadamente, pero no dejo de sentir como guayabito por un amigo mío que trabaja en uno de esos almacenes de ropa cuyas marcas apenas se están posesionando y cada mes el "manager" del almacén les dice a los vendedores que si no se cumplen las metas de venta del mes, echan a uno de ellos. Y ese man siempre vive todo afligido, todo angustiado y todo triste, porque, además de que no le dan trabajo en otra parte, él cumple con ofrecer, mostrar, y vender... Pero si a un cliente no le gusta una camisa bien mañé, no la compra y punto, pero el marica "manager" le endilga la culpa a mi amigo. Ah!, que chimbada, me puse muy melancólico por él. Nunca me ha gustado ver a mis amigos llevaos del putas. Y menos presionados por un pirobo ahí que también está cuidando un puto puesto en una marca bien mediocre. A ese man lo veo casi todos los fines de semana, y está contento, pero se enfarra y empieza a hablar de ese puto trabajo tan asqueroso, y dice: "ojalá jamás llegara el lunes". Bueno, yo parezco el abogado de los marginados. Pero él me prometió que iría pillando otras oportunidades por ahí. Ojalá las encuentre. Pero trabajar en una cosa bien gonorrea porque uno está muy urgido de plata debe ser muy peye.
Pero es que ese es el punto, hay gente para las que 9 horas diarias esperando la hora de salida no importan mucho desde que el trabajo llene otras condiciones igual o incluso más validas que no aburrirse, cada cual. De esos casos conozco muchísima gente, hay unos que sencillamente piensan que no existe algo así como un trabajo bacano, y eso es razonable, en serio, cada cual. Y hay otros manes que no les importa chuparse las 9 horas malucas aunque haya otros trabajos que les parezcan bacanos, simplemente por hacer su carrera laboral en el area más prometedora "a nivel socio economico" y de desempeño. Mi hipotesis de trabajo contempla que los que deciden aburrirse son más maduros y berracos, no les faltó rejo. Que cada cual haga lo que le de la puta gana ¿no?
ResponderEliminarA los doctorandos como Sebastian también les faltó mucho rejo (a mí también, repito), lo digo haciendo inducción sobre un caso: juancarlitos. Un parcero que ya hizo su doctorado, juancarlitos cuando se aburría un poco nada más en el trabajo e iba renunciando, hasta que se fue a estudiar, ya volvio y está muy contento y organizado dando clase en la udea.
Esta "discusión" (las comillas es porque no sé si llamarlo debate) se parece a estudiar lo que a uno le gusta o estudiar una carrera con amplio mercado laboral. Yo estudie algo que me gustara y con amplio mercado laboral, pero la primera motivación fue el mercado laboral, no me arrepiento.
En esta discusión (¿o debate?) lo que debe primar es la busqueda de la verdad, es la tranquila enumeración de los argumentos y las razones, pero para buscar la verdad, sin importar mucho que finalmente la razón la tengo yo, eso es accesorio y secundario, es una casualidad. (¿me meto mi libro de Borges por donde me quepa y dejo de ser casposo?)
ResponderEliminarYo sinceramente no sabía qué estudiar. Al final estudié algo que yo creo que se me ajustó bien, una cosa que aunque no me parece emocionante tampoco me parece en extremo aburrida, una parece una profesión normal, liberal, clásica, como sastre, peluquero, médico ó profesor.
ResponderEliminarYo creo que estudié derecho porque me sonaba más la palabra honorarios que salario, pero después me di cuenta de que otros profesionales también devengan honorarios.
Lalu, Juan Pablo es mi compañero aquí de la oficina. Es que él tiene un correo institucional en gmail y yo estaba viendo ahí que nos llegó una propuesta para hacer un divorcio. Hacer un divorcio no es una cosa emocionante pero tampoco es como vender ropa aún sin posicionar. Eso es lo bueno de las profesiones clásicas, que ya todos los productos están posicionados.
* no es "una parece" sino, "me parece"
ResponderEliminarDifícilmente podría ser un NINI, pienso, porque si no tuviera la obligación de trabajar, me dedicaría a hacer cosas que me gustan, como escribir, y estoy seguro que, de a la larga, encontraría a alguien que estuviera dispuesto a pagarme por lo que escribo, que sería poco dinero, pero algo sería, y luego escribir se convertiría en un trabajo. Tremendo círculo vicisoso, lo mejor sería tratar de ser un NINI auténtico, como el amigo de Sebastian, pero uno se tendría que acostumbrar a depender de otro que le provea el dinero.
ResponderEliminarSaludos.
El problema no es solo acostumbrarse sino hacer de eso algo sostenible en el tiempo, excepto en los casos de gente muy rica. Yo tengo un primo que es nini. Empezó a estudiar veterinaria y después no siguió. La vida de ellos es un misterio, no les gusta el mundo para nada, viven encerrados y creo que son los papás los que no quieren que él salga al mundo (tiene como 34 años) y él se entrega la vida de nini. Yo no sabía que él era nini actualmente y me lo encontré un día y le pregunté: ve y vos qué estás haciendo? Y me respondió, con toda la seriedad del caso: ahora estoy leyendo sobre los griegos. Me pareció que si era un nini, por lo menos debería leer a los griegos y no sobre los griegos, pero después pensé que era un juicio demasiado superficial de mi parte.
ResponderEliminarTambién tengo una amiga nini, que los papás le dan una plata y ella decidió ser nini. Disfruta la vida y pasea mucho. Es una persona convencida y conciente de su ninidez. Aunque a veces le dan crisis, pero le duran poquito. Se le quitan comprando un tiquete, digamos, a Marruecos y conociendo un iraní bien bonito.
Lo siento, se me olvidaba que la búsqueda de la verdad era el objetivo de este debate. No quedarse en la anécdota. Los ejemplos que puse era para señalar cuándo vale la pena ser nini y cuándo no.
ResponderEliminarPienso que en el caso de mi primo, cuya familia no es rica ni mucho menos y viven de una herencia que ya no va a durar mucho más, no es conveniente. Porque mi tía está muy enferma y el marido de ella ya está viejito. Pongámosle que se quede solo a los cuarenta años. ¿Qué va a hacer de ahí en adelante? ¿Dictar cátedras sobre libros sobre griegos? Lo dudo, le teme a la luz del sol.
Mi amiga, por el contrario, bien puede ser nini toda su vida. El papá tiene mucho billete y ella ha vagueado mucho, pero también ahí como quien no quiere la cosa ha estudiado cosas y armado "proyectos" bacanos. Tengo la sospecha de que en un tiempo ella hasta va a poder vivir o hacer una plata de esas cosas que está haciendo ahora y que parecen ser pura vagancia.
Están buenos los dos casos de estudio que Angela puso sobre el tapete. Creo que es evidente que ese ejemplar hembra no tendrá ningún problema. El otro ejemplar si sabrá el putas, normalmente y con los casos que conozco creo que muy probablemente si se embale un poquito.
ResponderEliminarEn estos casos la gente que no tiene formación científica como nosotros los panelistas, normalmente dicen a estas afirmaciones "y qué, usté se puede morir mañana o cambiarle la vida mañana". Pues si, pero eso no invalida esas conclusiones. Es que nosotros los científicos somos muy incomprendidos.
Muchas gracias Ángela Cuartas por la opinión.
ResponderEliminarYo creo que si uno se convence en ser Nini, lo puede lograr y tener un rotundo éxito. Yo tengo otro amigo Nini, y con más plata que Arnulfo, y ese también dice que entra en depresiones pero las calma con una fiesta improvisada o yéndose de viaje o se va a un concierto en Denver.
Es que uno creería que un Nini se aflige porque el resto del mundo trabaja y produce y él no, pero eso no es tan factible, porque por lo general los Ninis con plata tienen un montón de seguidores y de acompañantes que viven residualmente de ellos, así que solos no van a sentirse. Ellos viven bien, tranquilamente.
Otro gallo canta si el Nini es un clasemediero y los papás si trabajan, de esa clase de Ninis no quisiera ser yo.