Me acabo de entrar (11:32 p.m) a mi casa después de disfrutar de un bonito, azul y soleado día. Antes de entrarme me encontré con un viejo amigo de mi unidad, "Gordelio", quien hoy estaba padeciendo de una extrema e inexplicable instrospección. Gordelio y yo nos pusimos a hablar acerca de mujeres, novias, parejas y vida marital y, ahondando en el asunto expusimos nuestros casos bajo la premisa innegociable de que ya estamos quedados, es decir, ya nos dejó el tren. Además yo por estos días andaba super contaminado por la lectura de un libro super chimba de mi autor favorito*, quien, en varios ensayos trata sobre el tema de la soltería.
Gordelio es una especie de celebridad menor en una facultad de ciencias exactas de una universidad de aquí de Medellín. Ostenta un M.A en matemáticas de North Florida University (NFU, Jacksonville), tiene carro propio, apartamento propio y anda con Blackberry al cinto. No ha rebasado aún la edad de Cristo y, según su calculadora opinión, ya se quedó solterón. Gordelio tiene varias explicaciones al respecto basadas en hitos tan firmes como el hecho de ser alguien poco atractivo, de ser un dizque "nerdo", o simplemente el hecho de que las gentes vinculadas a la academia carecen -carecemos-, de un sex appeal que nos respalde. Yo creo que Gordelio tiene razón. Según lo que me trato siempre de explicar y de explicarle a los demás, entre ellos a Gordelio es que nosotros, es decir, gran mayoría de una generación nacida entre 1975 y 1985 caímos en una trampa tendida por el capitalismo avasallante, o no, mentiras, no sé muy bien qué es lo que pase, pero Gordelio me estaba explicando que según estadísticas, el 85% que abarca tal generación ha afirmado que está soltera -aunque no abandonada-, y que la posibilidad de llevar una vida marital es prácticamente nula.
El tren nos ha dejado a Gordelio y a mi, y eso no parece ser un asunto que cause mella en nuestras vidas. No sé, a veces pienso que eso no es una prioridad, que si es bacano tener novias, amantes, queridas, tinieblas, como quieran llamarlas, pero que no me asusta pasar solo el resto de mis días. Si, solterón me quedé como me dijo una señora de una tienda, que yo voy a ser "biato" y no sé qué más cosas, ya me dejó el tren pero qué más puedo hacer, pues bajarme de la estación y caminar para algún lado. Eso fue lo que le dije a Gordelio.
Es que pillen: preescolar, primaria, bachillerato, carrera, maestría, doctorado...Y ahora pues con el cuentico de los tales "post-doc", que lo debe hacer que aproveche que tiene menos de no sé cuantos años, que la competitividad. Uno por Dios bendito con tanta estudiadera y tanta academia uno acaba ojos, se encorva, se le cae el pelo, le dan ojeras, le sale panza, etc... ¿Cómo espera uno dejarse cautivar por una pelada bien querida, que se dedique a otros asuntos? No, eso parece que no se puede y que no es posible si uno está montado en el video de que tiene que seguir estudiando como un burro a ver si algún día aprende algo. Osea, es que un 95% de mis amigos todos ya pasaron de los 30 años y la gran mayoría, excepto dos personas (uno casado y el otro recién divorciado), a todos nos dejó el tren, todos somos solterones y cuatro de ellos ya se consideran a sí mismos como "viejos verdes" que abejorrean peladitas de colegios y de primeros semestres de universidad. Y claro, una vieja que esté entre los 26 y los 32 años ve a uno de estos personajes (nosotros, los quedados), ¿y qué pensará?. Yo siempre creo que una vieja nos ve y murmura:
"...Estos manes si son unos pendejos, vealos, bien viejos, por ahí todavía dando lidia con esas patinetas, dizque poniéndose gorras a estas alturas y dizque por ahí con audífonos oyendo de esa música metálica pesada, maricones que cojan juicio, que no son capaces de darle a uno la estabilidad económica y emocional que uno se merece"
Bueno, yo no sé si textualmente una vieja pensará eso, pero yo creo que si se aproxima mucho. Aunque pienso también que una gran población de viejas está quedada, que están dejadas por el mismo tren. Pero yo nunca le he preguntado con seriedad eso a alguna vieja, porque pienso que ella va a pensar que yo me estoy burlando de esa situación, pues hasta donde tengo entendido eso es un tema muy serio entre las mujeres desde que están en el colegio y dice un amigo mío que sabe mucho que por ejemplo una vieja se cansa de pedirle matrimonio a un novio de más de 4 o 5 años y si el man le dice que no, ella lo deja y se casa con el primero que conoce, así dice mi amigo que es el asunto. Y yo me pongo a ver y sí. Por ejemplo, una prima mía tenía un novio (como de 3 años) que lo mandaron a trabajar a Urabá y ella no se quiso ir con él y le imploraba que se regresara para Medellín y él que no, qué cómo iba a dejar mero puestazo en Urabá simplemente por sostener el noviazgo, que mejor él iba cada fin de semana (en avión y todo) y que ella podía ir a visitarlo también (en avión pagado por él), y ella, que no, y que no, y que no, y cualquier día no sé a quién putas conoció por internet y se vieron como al mes y días después se casaron y son dizque más felices que un putas.
Nos dejó el tren, y eso era un asunto que me preocupaba mucho a principios del 2009, pero ya que vi que en realidad me dejó, pues no me quedó de otra que resignarme y desearle buen resto de carrilera a quienes si se subieron, mientras tanto yo estaré por ahí en alguna tienda tomándome una cervezita con Gordelio y viendo pasar muchachas de minifalda y escote en medio de estos días tan bonitos y tan azules.
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*STEVENSON, Robert Louis. Virginibus Puerisque y otros ensayos, Madrid, Alianza Editorial, 1987.
jah, me dejo el tren, a los 22....
ResponderEliminarBuen blog, ;)
Ah, Qwerty, tranquilo, no te preocupés que eso le está pasando a mucha gente. Yo la primera vez que me sentí quedado fue como a los 21 cuando un amigo mío "encargó" con la novia y eso que el tenía 20. Mi amigo tenía todo muy claro y se saló de la universidad para ayudarle a su papá en los negocios y triunfó, ahora es un padre de tres hijos que son ejemplo de buena conducta.
ResponderEliminarOí Sebastian, ¿en serio si existe esa preocupación por el tren?, es de esas cosas que yo no puedo comprender en vista de mis circunstancias, yo me monte al tren a los 28 años, hace tiempos ya, mis amigos igualmente, asi que no conozco esa preocupacion, al contrario, yo lo que veo es amigos tratando de bajarse.
ResponderEliminar¿Si existe esa preocupación en serio?.
Un amigo recien encarrilado me dijo que se encarrilo entre otras cosas porque ya le estaba quedando complicado conseguir muchachas, que no le resultaban sino puras culicagadas y que le daba pereza, yo no entiendo esa pereza, pero otra vez, son mis circunstancias.
Otro amigo quiere estar en un tren desde hace 10 años, y no le resulta una muchacha con ganas de ajuiciarse, todas las que le resultan son sensatas, ese man se va a dar cuenta que estuvo en el paraiso cuando ya pa que.
Un saludo.
Parce... ¿Que si existe?, Pero pues claro que si y rotundamente si.
ResponderEliminarHe conocido manes preocupadísimos porque ya están rayando los 35 y están solos. Una vez vi a un man con el ojo encharcado y la voz quebrada diciendo que aunque pareciera una simpleza "yo quiero tener a alguien con quien gastarme mi sueldo". Otro man que dejó a un grupo de amigos porque él era el único quedado y todos ya estaban emparejados. Y güevón, yo también estuve muy preocupado hasta el año pasado, y comprendo mucho que vos veas las cosas con gafas de padre y marido por eso te han de sorprender. Pero valga aclarar que las lamentaciones al respecto no solo son en ese sentido, están además aquellos que si no se bajan del tren, se tiran a como de lugar. Y el otro caso diametralmente super-opuesto es el de las mujeres, cuyos casos son del todo enigmáticos.
hombre, yo me monté en el tren y me bajé hace tres años. me iba a casar otra vez y no funcionó. A mi ya no me dejó, por lo menos ya ese asunto está chuliado.
ResponderEliminarTodo el año estuve saliendo como con el mismo parche y todos son casados o ennoviados y yo era la única soltera. En diciembre, salí con varias amigas que no veía hace rato y conocí otras nenas. todas entre 30 y 37. todas solteras o separadas y todas diciendo que en Medellin no hay con quien. Yo digo lo mismo: no hay. Un día conversando nos pusimos a hacer cuentas de los solteros que conocemos y resultaron como 5: uno de esos solterones que dice que no se quiere conseguir a nadie y los otros cuatro prefieren mujeres menores. Una de ellas preguntó un día, a ver, y si sí levantan, qué edad tienen esos personajes, todas respondimos que más o menos 25.
También me encontré con gente que no veía hace rato y todos tienen novias o estan casados con mujeres 10 o 12 años menores.
Yo no sé, en Medellin eso del emparejamiento funciona raro.
Lo que decís de esos manes todos viejos montando y con gorras, a mi me parecen bien, montar y tener gorra no quiere decir que no puedan darle a una estabilidad económica y emocional, jajajaja.
Márgara, es que de que dan la estabilidad económica y emocional, la dan. Lo que pasa es que no aparentar poder hacer eso. Pero si he conocido manes que montan skate y son gente seria y casada y que se ponen camisa por dentroy asisten a matrimonios y "juntas" en empresas. Contaditos, pero los hay. Ah, pero muy charro eso que vos mencionás de que en Medellín, no hay con quien montarse en el tren, pues he notado que es una opinión generalizada entre muchas damas. Pero lo charro es que muchos manes que quieren subirse al tren también dicen que en Medellín dizque las mujeres se acabaron, por lo menos aquellas que están en el rango "me pararían bolas", porque para las demás uno debe cumplir con muchos requisitos que son un tanto inasequibles, por lo menos para clasemedieros como uno y como ellos.
ResponderEliminarYo voy a cumplir 25 y estuve en dos noviazgos muy empeliculados, de esos que lo hacen sentir a uno que está comprando el tiquete del tren (de esos en los que el man lo presenta a uno delante de su familia como a su futura esposa)y ahora veo que mis amigas están divididas en 2:
ResponderEliminarUnas se casaron rapidísimo, a los 23, 24 o 25 con novios que tenían su misma edad o eran 10 años mayores, nada intermedio.
Las otras, al igual que yo, estuvieron montadas en la película como desde los 21 (o desde el colegio) y ahora no quieren nada que las amarre, la perspectiva de matrimonio se deja para cuando lleguen los 30. Hay noviazgos serios y gente que hasta compra apartamento junta, pero siempre pensando y dejando claro que si las cosas se acaban, lo venden y ya.
Creo que las del segundo grupo somos las solteronas del futuro.
Sebas,
ResponderEliminarCurioso que en la época de la apertura y la libertad, de los contactos y las redes sociales, esa preocupación por montarse al tren sea a veces tan angustiosa. Yo creo que tanta abundancia produce miedo porque no corresponde con lo que nos habían dicho. Estamos entre lo que nos enseñaron de niños -casarse y tener hijos- y lo que descubrimos de jóvenes -que hay muchas cosas más aparte de eso-. La tensión entre esas dos cosas produce pánico, de ahí las ganas de montarse al tren.
(Muy buen título)